¿Alguna vez has conocido a alguien que parece tener ojos pero no ve? En la Biblia, hay un verso que dice: “Tienen ojos, pero no ven; tienen oÃdos, pero no oyen”. Este verso se aplica a las personas que están ciegas y sordas espiritualmente. No pueden ver la verdad de Dios ni oÃr su voz.
Cuatro cosas que nos impiden ver la verdad
Hay muchas cosas que pueden impedirnos ver la verdad. Algunas de ellas son:
- El pecado: El pecado es una barrera entre nosotros y Dios. Cuando pecamos, nos alejamos de Dios y nos cegamos a su verdad.
- El orgullo: El orgullo es otra barrera que nos impide ver la verdad. Cuando estamos orgullosos, pensamos que sabemos más que Dios y nos negamos a escuchar su voz.
- La codicia: La codicia es el deseo de tener más y más cosas. Cuando estamos codiciosos, nos ciega a las necesidades de los demás y nos impide ver la verdad de Dios.
- El temor: El temor es otra barrera que nos impide ver la verdad. Cuando tenemos miedo, nos cerramos a las nuevas experiencias y nos negamos a ver el mundo tal como es.
Cómo podemos abrir nuestros ojos a la verdad
Si queremos abrir nuestros ojos a la verdad, necesitamos:
- Arrepentirnos de nuestros pecados: Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, nos volvemos a Dios y le pedimos perdón. Esto nos limpia del pecado y nos permite ver la verdad de Dios.
- Humillarnos: Cuando nos humillamos, reconocemos que no sabemos todo y que necesitamos la ayuda de Dios. Esto nos abre a la verdad de Dios y nos permite escuchar su voz.
- Ser generosos: Cuando somos generosos, damos nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestros recursos a los demás. Esto nos ayuda a ver las necesidades de los demás y nos impide ser codiciosos.
- Ser valientes: Cuando somos valientes, estamos dispuestos a enfrentarnos a nuestros miedos y a probar cosas nuevas. Esto nos ayuda a abrir nuestros ojos a la verdad de Dios y a ver el mundo tal como es.
Ejemplos de personas que tenÃan ojos pero no veÃan
En la Biblia, hay muchos ejemplos de personas que tenÃan ojos pero no veÃan. Algunos de ellos son:
- El fariseo: Los fariseos eran un grupo de lÃderes religiosos judÃos que estaban muy orgullosos de su propia justicia. No podÃan ver la verdad de Dios porque estaban cegados por su propio orgullo.
- El hombre rico: El hombre rico era un hombre muy rico que tenÃa todo lo que podÃa desear. Sin embargo, no podÃa ver la verdad de Dios porque estaba cegado por su propia riqueza.
- El joven rico: El joven rico era un hombre joven que tenÃa todas las oportunidades del mundo. Sin embargo, no podÃa ver la verdad de Dios porque estaba cegado por sus propias ambiciones.
- Judas Iscariote: Judas Iscariote era uno de los doce apóstoles de Jesús. Sin embargo, no podÃa ver la verdad de Dios porque estaba cegado por su propia codicia.
Estas son sólo algunas de las muchas personas que tenÃan ojos pero no veÃan. Si queremos evitar caer en la misma trampa, necesitamos estar atentos a las cosas que pueden impedirnos ver la verdad. Necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados, humillarnos, ser generosos y ser valientes. Sólo entonces podremos abrir nuestros ojos a la verdad de Dios.